viernes, 18 de marzo de 2011

LAMENTACIONES DE LA VIRGEN (12)

LAMENTACIONES DE LA VIRGEN

Cantos que se dedicaban a la Virgen durante su novena que terminaba el Viernes de Dolores.

1.-Estaba en honda agonía
al pie de la cruz , llorosa,
la madre Virgen María
y de la cruz ,afrentosa,
el Hijo muerto pendía.


2.-Desgarrado el santo pecho
herido y alanceado,
y en el madero derecho,
desconocido y deshecho
el cuerpo descoyuntado.


3.-Tan rasgadas las heridas
de ambos pies y de ambas manos
que cayeran divididas
al no estar tan sostenidas
por brazos tan soberanos.


4.-Y , porque culpa tan fea,
ofrenda tan santa barre
la hirviente sangre gotea
y en el peñasco en que corre
avaro el viento la orea.


5.-Allí por tierra postrada,
moribunda y desolada,
la castísima María,
con el suplicio abrazada
la ardiente sangre bebía




6.-Y parado el mundo entero
asombrado la miraba,
que,sola en dolor tan fiero,
a su Dios muerto lloraba
al pie del santo madero.




7.-Ella llora y yo pequé...
Madre amorosa,perdón
que yo le crucifiqué,
yo su sangre derramé
y manché la Creación.




8.-Yo le robé de tus brazos
sin respeto ni piedad,
le até con estrechos lazos
para arrancarle,es verdad,
las entrañas a pedazos.




9.-Y tú , Madre de dolor ,
mesándote los cabellos,
al verdugo matador
tendiste los brazos bellos
demandándole favor.




10.-Por templar su sed rabiosa
tú,Madre de Dios bendita,
pálida la faz de rosa,
te prosternaste llorosa
ante la raza maldita.




11.-No humana,de tigres fue,
que ,si te vieron acaso,
los hombres en quien pequé,
cual brezo que estorba el paso
te apartaron con el pie.




12.-Tú hollada Virgen así,
tú que pisas de rubí,
vistosa,viviente alfombra,
y besa el ángel tu sombra
si pasa cerca de Tí.




13.-Tú,de estrellas coronada,
delñ ardiente sol vestida
y de la luna calzada,
tan triste y tan dolorida
por raza tan condenada.




14.-Tú llorando ,Madre Mía,
cuando una lágrima tuya
el mundo rescataría
cuando el tiempo se concluya
en el postrimero día.




15.-Tus ojos llorosos tanto
cuando al sol prestan su luz.
¡Oh Madre, por tal quebranto,
que me salve a mí tu llanto
al pie de la santa Cruz!

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